GRUTA INOCENTE
La gruta inocente,
cavilación de un sentido sin sentido.
Pudriéndose está la marca de mis huellas.
Y tú,
¿Adónde vas?.
Soledad posible,
conducta indestructible,
y el temblor de mis labios
no se siente ya.
Aparece.
Cuenta el tiempo.
Descúbrete.
Ocúltate.
Confróntate.
Tímidamente busca el sonido;
escucha, huele, prueba.
Nombra a la ausencia.
Absurdamente pierdo el olvido;
y en instantes congelados por el tiempo,
lentamente
pierdes toda tu inocencia.
Muérete,
y al despertar,
cabalga sobre grutas de cristal.
Adriana Medina
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