“La peregrinación es una inquietud humana de todos los tiempos, lugares y creencias. Mas tarde o más temprano, en el transcurso de la vida, el hombre siente necesidad de protección contra el mundo externo y anhela también evadirse de la angustia de sus problemas internos. Es entonces cuando puede convertirse en peregrino como solución mental de la inseguridad ante el futuro, por miedo a la destrucción física a causa de la enfermedad, y, sobre todo, por el ansia de inmortalidad que invita a evadirse de la amenaza latente de la muerte cuando llega al convencimiento de que la ciencia de la época no puede solucionar esta aspiración de perpetuidad, esa ansia de eternidad del sentir humano de todo los tiempos, como únicamente puede hacerlo la fe” 

Página 9.  Los Peregrinos. Luis Bonilla 

* Peregrinos Urbanos. María Teresa Hincapié.

Texto   tomado de la exposición realizada en octubre del 2005 en la Alianza Francesa: 

“ La artista y los demás peregrinos se sumergen en la ciudad sin discriminaciones, rechazos ni censuras, transitándola despacio, pausadamente, con una suavidad extrema para no lesionar nada y con una lentitud introspectiva que permite a los participantes aislare en sus propio raciocinios y al mismo tiempo proyectar sentimientos y emanar energía positiva. 

Los caminantes visten prendas blancas y rojas que en distintas culturas simbolizan la pureza y el luto, el amor y el dolor, y portan una pequeña campana que alerta sobre su presencia con un sonido de escasos decibelios, todo lo cual complementa el sentido y los alcances de este performance en el que la ciudad es al tiempo designio y coprotagonista. 

Peregrinos urbanos, nos induce a una nueva mirada hacia nuestro propio hábitat, así como a valorar las posibilidades sedantes, curativas, benéficas, del arte, en esta época de turbulencia y desorientación.